China hace alianzas con políticos para quedarse con los grandes recursos de Argentina

Por Expediente Público

La influencia económica y política de la República Popular China en Argentina ha alcanzado a obras de infraestructura y tecnología administradas por el gobierno central, pero también a proyectos de las gobernaturas provinciales, según el especialista argentino en Análisis Estratégico, Ricardo Ferrer Picado.

El analista fue partícipe de un foro sobre la influencia e intereses chinos, coordinado por el Centro para el Impacto Global, del Instituto Republicano Internacional, y que se realizó en Washington D.C.

Como en otros países, la falta de transparencia es también frecuente en los contratos y acuerdos de China en el país sudamericano. Ferrer Picado, también investigador del “Center for Secure Free Society” y miembro del “Instituto de Estudios Estratégicos de Seguridad”, señala la voracidad de las flotas pesqueras chinas sobre el mar territorial argentino, sin que las autoridades locales hagan mayor cosa por detenerlos.

La Base china

El investigador recuerda el caso de la Estación de Espacio Lejano, una base terrena de la Administración Espacial China y que se instaló en la Patagonia argentina, a través de una concesión por 50 años, que fue criticada como “una cesión de soberanía” y se denunció su uso militar y la existencia de cláusulas secretas.

“Cuando se dispuso la instalación de la base espacial de China en la localidad de Bajada del Agrio, en la Patagonia, pese a ser una materia que comprometía la soberanía y debía obligatoriamente tener autorización del Congreso argentino, la entonces presidenta, Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015), cedió el predio que está bajo el dominio militar de China por decreto presidencial”, recordó Picado.

Finalmente, en el 2015, el Congreso sancionó una Ley de cesión de tierras por 50 años, en condición de renovable automáticamente, lo que les confiere la posesión por al menos 100 años.

La construcción quedó a cargo de la empresa Electroingeniería S.A., propiedad de Gerardo Ferreyra, quien años antes había pasado de ser accionista a tomar el control de la constructora, durante la presidencia de Néstor Kirchner (2003-2007). Ferreyra  fue un estrecho colaborador de Kirchner y es una de las personas más cercanas a la actual vicepresidenta Cristina Fernández. El empresario también fue una figura importante del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), un grupo guerrillero argentino, de orientación marxista, que fue desarticulado en 1977.

Según medios argentinos, una pieza clave de la cercanía de Ferreyra con los Kirchner ha sido Carlos Zannini, con quien se habría conocido en su juventud, cuando este último militaba en la Vanguardia Comunista, una organización de tendencia maoísta.

El portal argentino PERFIL asegura que ambos habrían estado presos en la misma cárcel en los años 70 y “aquella amistad le valió (a Ferreyra) el trampolín para dominar las licitaciones y diversificar negocios en la era K” (Kirchner).

Zannini ocupó diversos cargos importantes en los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández. En las elecciones presidenciales de 2015 fue candidato a vicepresidente, y actualmente es el procurador del Tesoro.

Según Ferrer Picado, la instalación de la base china estaría destinada a rastrear lanzamientos de satélites y apoyar el programa de espacio profundo chino, pero sus actividades son desconocidas incluso para Argentina, ya que el acuerdo es secreto.

La base es señalada “por especialistas como un vector de un escudo antimisilístico. Al final del día se trata de operaciones secretas, porque Argentina ha cedido soberanía”, apuntó.

Así, mucho antes de formularse la Ruta de la Seda, Argentina alberga una estación terrestre china de espacio profundo en la provincia de Neuquén, que ha sido descrita como una “caja negra”.

Financiamiento político

Ferrer Picado también advierte del financiamiento político chino, y cómo este llega hasta las provincias y cubre por igual al oficialismo que a opositores.

“Otro de los casos en los que se puede interferir en la política argentina, es financiándola. Desde luego, cuando se ganan concesiones sin ningún tipo de control, no solo no se hacen o demoran en hacerse, sino que no cumplen con tal cometido, como es la represa Néstor Kirchner-Cepernic. La misma empresa se ha asociado a los chinos”.

Ferrer Picado se refiere a la unión de esfuerzos entre las argentinas Electroingeniería, ya mencionada, e Hidrocuyo S.A., con la china Gezhouba, que construirán dos hidroeléctricas en la provincia de Santa Cruz, mediante una inversión superior a los 4.000 millones de dólares por parte del Gigante Asiático.

“También tenemos el caso de las actuales inversiones en infraestructura vial, donde han obtenido los trenes, que históricamente son los que conectan los puertos con la producción agropecuaria”.

Además, la presencia naval global y antártica de China ha llamado la atención de quienes participan en la competencia geopolítica en los últimos años. Se ha hablado de financiación china en la instalación logística polar de Argentina en el Canal Beagle, que puede funcionar como puerta de entrada a la Antártida y está cerca del Estrecho de Magallanes y al Pasaje de Drake, cuellos de botella estratégicos para el tráfico marítimo.

Los pesqueros chinos

El entrevistado enfatiza que otro de los desafíos que representa China está relacionado con la faena ilegal de flotas pesqueras del país asiático en aguas argentinas o en el borde de sus aguas internacionales.

“Los pesqueros chinos quitan todas las riquezas de una forma extractiva, sin ningún tipo de control. Las respuestas de la Armada y las Fuerzas de Seguridad Argentinas a esta situación han sido básicamente débiles. No obstante, esas operaciones chinas comprometen el lecho marítimo nacional y están causando un daño monumental al medioambiente y al ecosistema natural, no solo de Argentina sino en todo el hemisferio sur”, reseñó el experto.

Explicó que “el escándalo de la flota pesquera china” fue inicialmente advertido durante una visita de miembros del Departamento de Estado y del Departamento de Defensa de Estados Unidos.

“No es el único país latinoamericano que ha denunciado esos hechos. En Chile, Perú y Ecuador ha habido denuncias similares, pero sus respuestas a esas incursiones fueron más consistentes que las argentinas”.

La historia de Hidrovía en Argentina

La Hidrovía Paraguay-Paraná es una ruta fluvial de más de 1.500 kilómetros que desemboca en el Río de la Plata, y permite transportar más del 70 por ciento de las exportaciones argentinas, pero también una buena parte de las de Bolivia, Brasil, Uruguay y Paraguay. Desde allí los buques alcanzan los mercados de Europa, China y Asia Pacífico.

De igual forma, se movilizarían entre 20.000 y 40.000 millones de dólares en contrabando, narcotráfico y comercio de soja en negro, por lo que su control es vital tanto para la economía como para la seguridad nacional argentina.

Según Ferrer Picado, los intentos de concesión de la Hidrovía a empresarios chinos es otro de los grandes temas que vuelve compleja y enturbia las relaciones de Argentina con China.

El gobierno de Alberto Fernández unilateralmente negó cualquier posibilidad de renovación de concesión a la empresa belga-holandesa Jan de Nul, que con socios argentinos (Emepa), proveían servicios tercerizados desde hace 25 años. La concesión venció el 30 de abril de 2021.

Ferrer Picado asegura que el objetivo era “darle la concesión a una empresa china que, finalmente, no la logró tener por la posición política que hubo, y por el seguimiento y señalamiento de los medios. Sin embargo, coincido con muchos otros, que dicen que solamente se hizo un ‘standby’, un esperemos”.

El primero de julio de 2021 el gobierno publicó el decreto de nacionalización del proyecto, con vigencia de un año. Como siguiente paso, el 13 de mayo de 2022 se puso en marcha el “Ente Nacional de Control y Gestión de la Hidrovía Paraná-Paraguay”, encargada de promover la licitación.

Ferrer señala que por esa Hidrovía han salido embarcaciones con cocaína que han sido interceptadas en puertos como Rotterdam (Países Bajos), Tel Aviv (Israel) y España, “donde verdaderamente es un escándalo”, puesto que se demuestra poco control de seguridad, lo cual se percibe como algo “deliberado” con el propósito de que se busque corregir el “problema”.

“Y seguramente la empresa que esté a la orden del día, va a ser la misma china que en estos días está merodeando a tantos funcionarios en todo el país”, asegura Ferrer Picado.

Apunta que los esfuerzos de las empresas chinas “no pasan por la embajada, sino que tienen un libre tránsito y acceso a manejos impunes a través del gobierno federal, a través de gobiernos provinciales, diferentes grupos económicos y gobiernos locales”.

Para el experto, esa cercanía china brinda a los gobiernos provinciales “mucha facilidad económica con productos de mediana calidad, que duran muy poco” y por los cuales deben erogar importantes cantidades de dinero, pero los políticos que necesitan resultados inmediatos consuman las operaciones de cualquier forma.

El negocio de la Hidrovía es superior a los 300 millones de dólares anuales y parece empujado por la vicepresidenta -y expresidenta- Cristina Fernández de Kirchner, según han denunciado medios argentinos.

Visite el artículo original en Expediente Público.

China Forges Alliances with Politicians to Gain Hold of Argentina’s Vast Resources

Por Expediente Público

The economic and political influence of the People’s Republic of China in Argentina has penetrated infrastructure and technology projects managed by the central government, but also provincial government projects, according to Ricardo Ferrer Picado, an Argentinian specialist in strategic analysis.

He was a participant in a forum on Chinese influence and interests held in Washington DC and coordinated by the International Republican Institute’s Center for Global Impact.

As with other countries, lack of transparency is also frequently a feature of China’s contracts and agreements with Argentina. Ferrer Picado, who is also a researcher at the Center for a Secure Free Society and a member of the Instituto de Estudios Estratégicos de Seguridad, points out how voraciously Chinese fleets are fishing Argentinian territorial waters, with local authorities doing little to curb them.

The Chinese base

Ferrer Picado cites the case of the Espacio Lejano Station, a tracking station installed in Argentinian Patagonia by the Chinese Space Administration, under a 50-year concession. It was criticized as a ”handover of sovereignty” and its military use and secret clauses were denounced.

“When the Chinese space base was planned in in the town of Bajada del Agrio in Patagonia, despite it being a matter that compromised sovereignty and required authorization from the Argentinian Congress, the president at the time, Cristina Fernández de Kirchner (2007–2015), issued a presidential decree to cede the property that is now under the domain of the Chinese military,” Picado recalled.

Eventually, in 2015, Congress passed the Land Transfer Act, in force for 50 years and automatically renewable, which gives China possession for at least 100 years.

Electroingeniería SA was the company in charge of constructing the base. It was owned by Gerardo Ferreyra, who had gone from being a shareholder to taking control of the construction company some years earlier, during Néstor Kirchner’s presidential term (2003–2007). Ferreyra was a close collaborator of Kirchner and is one of the people closest to the current vice president, Cristina Fernández. He was also an important figure in the People’s Revolutionary Army (ERP), a Marxist-oriented Argentinian guerrilla group that was disbanded in 1977. 

According to Argentinian media, a key player in Ferreyra’s closeness to the Kirchners is Carlos Zannini. They would have met in Ferreyra’s youth, when Zannini was a member of the Maoist-leaning Communist Vanguard.

The Argentinian website PERFIL claims that the two men would have been held in the same prison in the 1970s and that “that friendship served him (Ferreyra) as a springboard to take over the tenders and diversify businesses in the K [Kirchner] era.”

Zannini held various important positions in the Néstor Kirchner and Cristina Fernández administrations. In the 2015 presidential elections, he was a candidate for vice president, and is currently attorney-general of the National Treasury.

According to Ferrer Picado, the Chinese space base would be intended to track satellite launches and support the Chinese deep space program, but even Argentina does not know precisely what it does, since the agreement is secret.

The base is said “by specialists [to be] a vector of an anti-missile shield. At the end of the day, these are secret operations, because Argentina has ceded sovereignty,” Ferrer Picado said.

And so, long before the Silk Road was formulated, Argentina was hosting a Chinese deep space ground station, which has been described as a “black box,” in Neuquén province.

Political financing

Ferrer Picado also warned of Chinese political financing, how it penetrates to the provincial level, and cultivates both the ruling party and the opposition.

“Another of the ways in which Argentinian politics can be interfered with is by financing. Of course, when bids are won without any type of control, not only do the projects take a long time or not even get completed, but they do not fulfill  their function, as is the case of the Néstor Kirchner–Cepernic dam project. The company has associated itself with the Chinese.”

By this, Ferrer Picado is referring to the united effort between the Argentinian companies, Hidrocuyo SA and the aforementioned Electroingeniería, and the Chinese firm Gezhouba, which will build two hydroelectric plants in the province of Santa Cruz with an investment from China of more than 4 billion dollars.

“We also have the case of current investments in rail infrastructure, where they have obtained the trains, which historically are the routes that connect the ports with the farm producers.”

Additionally, China’s global and Antarctic naval presence has attracted the attention of those engaged in geopolitical competition in recent years. There has been talk of Chinese financing of Argentina’s polar logistics facility in the Beagle Channel, which can operate as a gateway to Antarctica and is close to the Strait of Magellan and the Drake Passage, strategic bottlenecks for maritime traffic.

Chinese fisheries

Ferrer Picado stressed that another challenge posed by China is related to its illegal fishing fleets within or at the edge of Argentinian waters.

“The Chinese fishing boats extract all the wealth, without any type of oversight. The Argentinian Navy’s and Security Forces’ responses have been basically weak. However, these Chinese operations compromise the seabed lying underneath Argentinianan waters and are causing enormous damage to the environment and the natural ecosystem, not only in Argentina but throughout the southern hemisphere,” he noted.

He explained that the first warning about “the Chinese fishing fleet scandal” came during a visit by members of the United States Department of State and Department of Defense.

“Argentina is not the only Latin American country that has spoken out about this issue. There have been similar complaints from Chile, Peru and Ecuador, but their rejoinders to those incursions have been more firm than the Argentinian responses.”

The history of Hidrovía

The Hidrovía Paraguay–Paraná Waterway is a river route more than 1,500 kilometers long that flows into the La Plata River. It carries over 70 percent of Argentinian exports, as well as a good part of Bolivia’s, Brazil’s, Uruguay’s and Paraguay’s exports. From the mouth of the Hidrovía, ships sail to markets in Europe, China and the Asian Pacific.

The same route is also used for smuggling, drug trafficking and underground trade in soybeans, moving some 20 to 40 billion dollars of contraband merchandise, so control of the waterway is vital both for Argentina’s economy and its national security.

According to Ferrer Picado, the attempts to grant a concession for the Hidrovía to Chinese businessmen comprise another of the major issues that complicate and obscure Argentina’s relations with China.

The Aberto Fernández government unilaterally denied any possibility of renewing the concession to the Belgian–Dutch company Jan de Nul, which had been providing outsourced services for 25 years together with its Argentinian partners (Emepa). The concession expired on April 30, 2021.

Ferrer Picado stated that the objective had been “to give the concession to a Chinese company, but which eventually did not manage to obtain it due to the political situation in effect, and due to monitoring and finger-pointing by the media. However, I agree with many others who say that it was only a ‘standby,’ a ‘let’s hope’.”

On July 1, 2021, the government published the nationalization decree for the project, valid for one year. As a next step, on May 13, 2022, the “National Authority for Control and Management of the Paraná–Paraguay Hidrovía” was launched. The agency is responsible for advancing the tender.

Ferrer stated that shipments of cocaine have left the country via the Hidrovía that were later intercepted in ports such as Rotterdam (Netherlands), Tel Aviv (Israel) and Spain, “where it truly is a scandal,” since little control of security was evident, something which is perceived as a “deliberate” strategy in a bid to attempt to fix the “problem.”

“And no doubt the company that is ready to step in is going to be one of those same Chinese companies that are sniffing around so many Argentinian officials these days,” says Ferrer Picado.

He points out that these Chinese companies “do not go through the embassy, but have free movement and access to circulate with impunity through the federal government, through provincial governments, various economic groups and local governments.”

For Ferrer Picado, this closeness to China provides provincial governments with “a lot of financial resources but with medium-quality products that do not last long” and for which they must spend significant amounts of money, but politicians who need immediate results lap them up in any case.

Hidrovía generates more than 300 million dollars a year and seems to be promoted by the vice president – and former president – Cristina Fernández de Kirchner, according to Argentinian media reports.

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