Expediente Abierto es un centro de pensamiento centroamericano emergente que se dedica a investigar, analizar y brindar opciones que contribuyen a resolver problemas relacionados con la seguridad, los derechos humanos y la transparencia en la región.
Edmundo González valía resguardado en Venezuela: no querían apresarlo, sino exiliarlo. Que huyese así –tras afirmar que permanecería y dejando al chavismo anunciar su salida– representa una victoria para Maduro. Nada de eso invalida la importancia del enorme triunfo opositor en las elecciones del 28 de julio, lo criminal del fraude y el terror chavista, así como el impacto regional de la crisis venezolana.
En Venezuela, quienes fueron rechazados en las recientes elecciones por más de 70% de los electores mantienen el poder no solo a través de la represión o la manipulación política. En su núcleo, el régimen de Nicolás Maduro es un tablero de ajedrez donde cada participante mueve sus piezas con cautela, sabiendo que un solo error podría desencadenar un colapso total.
En su ensayo, Pedro Joaquín Chamorro examina la relación entre dictaduras, reelección presidencial y libertad de expresión en Nicaragua. A través de siete períodos históricos, demuestra que la perpetuación en el poder mediante la reelección restringe sistemáticamente las libertades, mientras que los períodos de alternancia coinciden con democracia, paz y respeto a los derechos humanos, concluyendo la necesidad de prohibir la reelección indefinida.
En Centroamérica, la administración Biden ha intervenido directamente en acontecimientos como la crisis postelectoral en Guatemala o las elecciones fraudulentas de 2021 en Nicaragua. El respaldo de EE. UU. a las fuerzas democráticas nicaragüenses y guatemaltecas refleja un enfoque de política exterior fundado en los valores del orden liberal internacional.
Las dictaduras regionales, junto a otros gobiernos de izquierda, apoyan abiertamente la reelección ilegítima de Maduro. Entre estos últimos se encuentra Xiomara Castro, quien desde el primer momento reconoció los resultados anunciados por el Consejo Nacional Electoral y felicitó sin ambages a su contraparte chavista.
Centroamérica, a pesar de no ser una zona de guerra, enfrenta altos índices de violencia y criminalidad que reflejan la inseguridad de la región. Aunque algunos indicadores han mejorado recientemente, la situación sigue siendo crítica, y las dudas sobre la sostenibilidad de estos avances permanecen sobre la mesa.