México y Centroamérica viven una crisis de inseguridad y violencia sin precedentes, provocado por las actividades del crimen organizado. México ha reaccionado tarde a la crisis de inseguridad y la política actual ha sido un rotundo fracaso.
La presidenta actual Xiomara Castro, en el Plan de Gobierno, asumió varios compromisos que involucran al Sector Defensa, entre ellos: la desmilitarización de la seguridad pública, la determinación de la temporalidad de la Ley de Policía Militar de Orden Público. Sin embargo, el proceso de decisiones para avanzar en esos compromisos ha sido contradictorio y cambiante.
La resistencia de LIBRE al pacto con el Partido Salvador de Honduras; y el estilo “tradicional-autoritario” con el que se ha conformado el gobierno de Xiomara Castro no han contribuido a moderar el ciclo de tensión hondureño.
Expediente Abierto ha conversado con cinco expertas centroamericanas sobre los orígenes de los cuerpos de seguridad de la región, las aspiraciones perennes de cambio institucional y, pragmáticamente, los pasos para impulsar los nuevos cambios.
Honduras fue uno de los países más afectados económicamente en 2020 por la pandemia del COVID-19. El informe analiza las medidas fiscales impulsadas por el gobierno hondureño para mitigar este impacto.
México y Centroamérica viven una crisis de inseguridad y violencia sin precedentes, provocado por las actividades del crimen organizado. México ha reaccionado tarde a la crisis de inseguridad y la política actual ha sido un rotundo fracaso.
La presidenta actual Xiomara Castro, en el Plan de Gobierno, asumió varios compromisos que involucran al Sector Defensa, entre ellos: la desmilitarización de la seguridad pública, la determinación de la temporalidad de la Ley de Policía Militar de Orden Público. Sin embargo, el proceso de decisiones para avanzar en esos compromisos ha sido contradictorio y cambiante.
En el caso guatemalteco hay diversas razones que es necesario abordar para comprender el tema del empleo de efectivos militares en labores de seguridad ciudadana: la “reciente historia” de conflicto armado interno, los elevados índices de violencia y una falta de confianza institucional.
Durante años, El Salvador figuró entre los países más violentos del mundo sin estar en guerra. Desde entonces, la tasa de homicidios ha mostrado una tendencia sostenida a la baja. La Fuerza Armada tiene un papel protagónico, y lo seguirá teniendo por un tiempo imprevisible.