El documento titulado Necesidad de colaboración entre organizaciones y liderazgos opositores en Nicaragua para el fortalecimiento del tejido cívico analiza la problemática de la falta de cohesión entre los distintos grupos opositores al régimen Ortega Murillo. El estudio se realizó en el marco del Programa de Becas para la Democracia en Nicaragua de Expediente Abierto y aborda las dificultades que enfrentan los actores políticos y sociales para forjar una unidad opositora que promueva la democracia. La autora, María Pérez (seudónimo), utiliza entrevistas y revisión documental para identificar los factores que obstaculizan la consolidación de una fuerza opositora plural y unida.
Liderazgos opositores en Nicaragua
Uno de los principales obstáculos para la unidad entre los liderazgos opositores de Nicaragua es la cultura política del país, marcada por el caudillismo, la polarización social y la represión del régimen. Desde la Revolución Sandinista en los años 80, las fracturas ideológicas y generacionales han impedido que la oposición se organice en torno a un proyecto común. Las diferencias entre líderes provenientes de diferentes corrientes políticas y sus experiencias históricas han sido capitalizadas por el gobierno para dividir a los sectores opositores.
El texto menciona que el intento más reciente de cohesionar a los liderazgos opositores de Nicaragua se produjo tras lo acontecido en 2018, cuando se dieron movilizaciones masivas en contra del gobierno de Ortega, que involucró a diversos sectores sociales. Sin embargo, la represión violenta y las posteriores diferencias entre las facciones políticas volvieron a fraccionar al movimiento. Las organizaciones políticas de derecha, por ejemplo, mostraron reticencia a aliarse con sectores de izquierda.
Otro aspecto que el documento aborda es la falta de experiencia en negociaciones y concertaciones plurales entre los diferentes liderazgos opositores de Nicaragua. A pesar de los intentos de dialogar y construir plataformas de unidad, los actores políticos suelen priorizar sus diferencias ideológicas sobre los puntos en común, lo que debilita las posibilidades de una estrategia conjunta para enfrentar al régimen. Las desconfianzas entre los sectores más conservadores y aquellos identificados con la izquierda democrática continúan siendo un obstáculo importante.
Factores que dificultan la unidad
El documento identifica varios factores que dificultan la unidad entre las fuerzas opositoras. Entre ellos, destacan la represión del gobierno, que ha obligado a muchos líderes al exilio o a mantenerse en silencio por temor a represalias. La represión transnacional es mencionada como una táctica del régimen para silenciar a los disidentes, incluso fuera del país.
Finalmente, el análisis propone que los liderazgos opositores de Nicaragua deben aprender de otras transiciones a la democracia en América Latina, como las de Chile y Brasil. La clave para avanzar en este proceso radica en el fortalecimiento del tejido cívico a través de una mayor colaboración entre las organizaciones y los líderes políticos, dejando de lado las diferencias ideológicas y trabajando hacia un objetivo común de restauración democrática.