China en Argentina: un caso de neocolonialismo en desarrollo

Por Ricardo Ferrer Picado

Argentina es uno de los países del hemisferio occidental en donde el Estado-partido chino ha penetrado con mayor fuerza desde un punto de vista económico, diplomático y político. El presente informe busca exponer las razones de lo anterior, así como analizar sus potenciales riesgos para la seguridad nacional y hemisférica.

En este sentido, el presente estudio propone llevar a cabo un balance crítico de las relaciones entre China y Argentina, considerando que existen algunas áreas en donde los lazos bilaterales se traducen en una relación de dependencia mutua. Tal es el caso de la exportación de oleaginosas, en donde Argentina funge como un proveedor de suma importancia para satisfacer el nivel de consumo de este producto entre la población china.

A pesar de lo anterior, es manifiesto que, la mayoría de los flancos desde los cuales China ha aumentado su presencia en territorio argentino, implican riesgos para la seguridad y la soberanía no solo de Argentina, sino de toda la región. El país asiático tiene, en efecto, algunos intereses estratégicos que lo motivan a irrumpir agresivamente en el país sudamericano. Los más preocupantes son aquellos relacionados con la explotación de las reservas de litio, la actividad pesquera ilegal en el litoral atlántico, la instalación de una base espacial en Neuquén –cuyo control corresponde en exclusivo al Ejército Popular de Liberación–, así como el acceso a la Antártida con motivos de defensa y explotación minera.

Para ello, el Estado-partido chino ha logrado instrumentalizar una serie de coyunturas y problemas estructurales de Argentina, entre los que destaca la organización federal del Estado, aprovechada por empresarios, funcionarios y otros grupos chinos de interés para acceder a las provincias sin concierto del gobierno nacional argentino. Por este hecho es posible explicar numerosas obras de infraestructura de carácter provincial, caracterizadas por actos de corrupción y un manejo opaco de recursos.

Otros elementos considerados por el presente informe son la cercanía ideológica de algunas corrientes del peronismo con el Partido Comunista Chino. También se considera la crisis económica que ha obligado al gobierno de Alberto Fernández a buscar opciones de financiamiento en capitales provenientes de China, ignorando, incluso, las reglas e instituciones de lsistema financiero internacional.

Las conclusiones de este estudio apuntan a considerar la cuestión china como un problema de primer orden para el próximo gobierno de Argentina (2024- 2028). Invitan a replantear los numerosos vínculos con el gigante asiático en función de un modelo de gobernanza democrático y respetuoso del estado de derecho, buscando, asimismo, áreas de oportunidad comercial más allá del modelo agroexportador.

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