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Centroamérica en la Geopolítica de China: Una Estrategia de Captura de Élites

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Este informe presenta hallazgos clave sobre la relación entre el gobierno chino y las élites políticas de Costa Rica, Panamá y El Salvador, así como un análisis general de la influencia de China en Centroamérica y su estrategia global de captura de élites.

Sostenemos que Centroamérica debe considerarse una región prioritaria para los intereses de Pekín. Esta afirmación se basa en los mecanismos de captura de élites desplegados en la zona, que reflejan estrategias aplicadas por la República Popular China (RPC) en otras regiones como África y Asia-Pacífico, donde, al igual que en la región centroamericana, la potencia asiática busca apoyo diplomático en organismos multilaterales, acceso a infraestructura estratégica y la erosión del reconocimiento internacional de Taiwán.

En este contexto, argumentamos que los objetivos de China en Centroamérica responden a estas mismas lógicas. Más allá de asegurar el control de recursos e infraestructuras críticas —como el oro en Nicaragua, el petróleo en Costa Rica o los puertos del Canal de Panamá—, la RPC ve en la región un espacio clave para ganar aliados diplomáticos que refuercen su política de “Una sola China” y desplacen a Taiwán como socio de los países centroamericanos.

En el marco de esta “diplomacia de gran potencia”, China también difunde sus narrativas oficiales entre las élites locales, muchas de las cuales han asumido el papel de propagadores de estos discursos para modelar una opinión pública regional favorable a la potencia asiática. Los actores políticos centroamericanos han respaldado activamente las narrativas de la RPC, destacando tres aspectos clave:

  • la reunificación de China continental y Taiwán,
  • el liderazgo del Partido Comunista Chino (PCCh) en el desarrollo del país,
  • y el éxito del modelo económico chino.

Para alcanzar estos objetivos, hemos identificado una estrategia basada en tres pilares fundamentales:

1. La República Popular China utiliza cooperación no reembolsable para asegurar el reconocimiento de la política de Una sola China en Centroamérica

China ha empleado tácticas como sobornos, cooperación no reembolsable y la denominada “diplomacia de los estadios” para expandir su influencia y debilitar los lazos de otros países con Taiwán. Aunque Centroamérica no ha sido considerada en los discursos académicos y mediáticos como epicentro de estas prácticas, países como Costa Rica, Panamá y El Salvador han seguido patrones similares a los de la región Asia-Pacífico, donde la ayuda política y económica de China ha garantizado reconocimiento diplomático en detrimento de Taipéi. Estas estrategias incluyen acuerdos de inversión opacos que pueden beneficiar directamente a funcionarios clave para avanzar en la agenda internacional de Pekín.

La “diplomacia de los estadios” ha sido una herramienta destacada de la política exterior china, basada en la construcción de estos recintos deportivos en países del Sur Global, especialmente en África, para consolidar alianzas geopolíticas y económicas. En Centroamérica, esta estrategia se ha materializado en la edificación de los estadios nacionales de Costa Rica y El Salvador, junto con proyectos de infraestructura hidráulica, energética y de transporte. Estas inversiones han fortalecido las relaciones bilaterales y alineado a los gobiernos locales con los intereses de Pekín, asegurando ventajas estratégicas para China en la región.

2. La República Popular China establece relaciones a largo plazo con las élites que promovieron la ruptura de vínculos con Taiwán

Los vínculos entre China y los funcionarios centroamericanos que han cortado relaciones con Taiwán trascienden al periodo de sus mandatos oficiales. En casos como el de Óscar Arias en Costa Rica y Juan Carlos Varela en Panamá, estas conexiones han evolucionado en canales informales de comunicación que refuerzan la presencia china en la región. Este nexo no oficial otorga legitimidad al Partido Comunista Chino en Centroamérica, ampliando su credibilidad e influencia en el hemisferio occidental.

Para las élites centroamericanas, mantener relaciones duraderas con China es una forma de conservar relevancia pública y actuar como mediadores informales entre la RPC y sus propios países. Figuras como los expresidentes Arias y Varela buscan proyectar su legado impulsando estos lazos, mientras que otros exfuncionarios encuentran incentivos materiales y simbólicos gracias a sus conexiones con entidades del Estado-partido chino. Estas dinámicas fortalecen tanto la agenda internacional de Pekín como las aspiraciones personales y políticas de los actores involucrados.

3. La República Popular China emplea la diplomacia entre partidos políticos para promover su modelo económico y de gobernanza en Centroamérica

A través del Departamento de Enlace Internacional (ILD), el Partido Comunista Chino mantiene contacto frecuente con las élites políticas de Centroamérica, sin importar su orientación ideológica o su permanencia en el poder. Esto permite al Gobierno chino fortalecer relaciones con diversas fuerzas políticas de la región y expandir su influencia en países donde aún no tiene relaciones diplomáticas oficiales, como es el caso de Guatemala.

Mediante la diplomacia entre partidos políticos, China ha logrado posicionar su agenda en Centroamérica. Parlamentarios y líderes de partidos afines a la RPC han promovido iniciativas como inversiones de empresas chinas y programas de hermanamiento entre ciudades. Más aún, algunas élites políticas han difundido discursos favorables al gigante asiático en la región, respaldando implícita o explícitamente el modelo de partido único como una posible alternativa de gobernanza en Centroamérica.

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